El petróleo es un recurso valioso, y su reciclaje puede tener numerosos beneficios. El aceite usado puede reciclarse y convertirse en aceite nuevo, utilizarse para crear energía o emplearse en otras aplicaciones industriales. La recogida de aceite usado ayuda a conservar los recursos naturales, reduce la contaminación y puede aportar también beneficios económicos.
La mayor parte del aceite usado se recicla para convertirlo en aceite nuevo. Este proceso se denomina re-refinado, y consiste en purificar el aceite usado para que cumpla las normas del aceite virgen. El re-refinamiento puede prolongar la vida del aceite, y ayuda a conservar los recursos y a reducir la contaminación.
El aceite usado también puede convertirse en energía. Este proceso se denomina craqueo térmico y consiste en descomponer los hidrocarburos en moléculas más pequeñas. El producto resultante puede utilizarse como combustible en diversas aplicaciones.
Por último, el aceite usado puede utilizarse en otras aplicaciones industriales como la producción de asfalto y hormigón. La recogida de aceite usado para hostelería en estos productos puede ayudar a prolongar su vida útil y reducir la necesidad de recursos vírgenes.