Todo lo que debes saber sobre las oposiciones a justicia

Cada vez aumenta más la cantidad de personas que sueñan con ocupar los cargos de jueces, fiscales, auxilio judicial, gestión procesal y tramitación profesional de las instituciones de Administración de Justicia en España. Las razones son muchas, pero un factor a tener muy en cuenta es la gran estabilidad laboral y financiera que ofrecen.

Las ventajas de opositar a justicia

Las oposiciones a justicia son unas de las más llamativas de los últimos años, ya que ofrecen gran cantidad de beneficios respecto a muchas otras. Dejando a un lado los cargos de jueces y fiscales, puesto que necesitan titulaciones universitarias y mucha preparación, las oposiciones auxilio judicial, tramitación y gestión procesal son bastante asequibles en temario para todo el mundo.

Además de la estabilidad laboral y financiera ya comentada, otros de sus múltiples beneficios son los horarios de jornada continua, unos periodos vacacionales bastante amplios, la posibilidad de ascender por méritos profesionales y la gran oferta de plazas de forma regular.

¿En qué consisten?

Las pruebas que conformar estas oposiciones se basan en valorar el nivel de conocimiento y criterio de los participantes mediante exámenes tipo test y casos prácticos. Hay que tener en cuenta que las tres oposiciones (gestión procesal, tramitación procesal y auxilio judicial) tienen un mismo requisito común: 100 preguntas sobre el temario y 50 sobre algún caso práctico.

Para las oposiciones tramitación procesal se debe examinar de otras 15 preguntas tipo test sobre un programa ofimático de procesamiento de texto, mientras que para los puestos de gestión procesal hay 10 preguntas de desarrollo de temas procesales.

Debido a que la fase de selección es común a los 3 tipos de cargos, es muy habitual que los opositores se presenten a las oposiciones de manera simultánea, aumentando así las posibilidades de conseguir una plaza con las mejores condiciones posibles.

El tiempo de preparación suele oscilar entre los 12 y los 18 meses, y lo mejor siempre va a ser acudir a una academia oposiciones justicia, ya que facilitan el temario actualizado, diferentes pruebas tipo examen y dan el apoyo académico y emocional necesario para esta dura etapa. Opositar no es un camino de rosas, pero acaba valiendo mucho la pena.